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Testimonio de Luis Jorge Rodríguez Olivera

Soy Luis Jorge Rodríguez Olivera, soy de Cihuatlán, Jalisco.  Los problemas familiares y la falta de escuela motivaron a mi tutora a plantearme la opción de venir a la Casa Hogar San Isidro a la que llegué en 2004 cuando tenía nueve años. A mi llegada, fue difícil acoplarme pues estaba lejos de mi familia y estaba acostumbrado a otro tipo de vida. En la casa existen reglas, algo que a veces no hay en muchos hogares pero me fui acoplando bien.

Entrevistador.- ¿Puedes decirnos tu nombre?

Luis: Me llamo Luis Jorge Rodríguez Olivera

Entrevistador.- ¿Te acuerdas en qué año llegaste a esta casa hogar?

Luis: Llegué en 2004

Entrevistador.- ¿Cuántos años tenías?

Luis: Tenía nueve años.

Entrevistador.- ¿De dónde llegaste tú?

Luis: Llegué de Cihuatlán Jalisco.

Entrevistador.- ¿Recuerdas cómo vivías tú en Cihuatlán? ¿O cómo vívías en esta casa hogar?

Luis: Éramos 4 y tenía una mamá soltera, no teníamos papá. Teníamos muchos problemas familiares con mi padrastro y no iba a la escuela, entonces me encontré con una tutora y esa tutora me contó de la casa hogar que se encontraba aquí en Autlán. Se puso de acuerdo con mi mamá y mi mamá aceptó y todo y así fue como llegué a la casa hogar.

Entrevistador.- ¿Cuál era tu relación en ese tiempo… Cómo te sentías tú en esta casa?

Luis: Al principio fue difícil porque alejarte de tu familia y todo y te acostumbras a otro tipo de vida. O sea, ya no es llegar a la hora que tú quieras, ya en la casa existen reglas, algo que a veces no hay en muchos hogares y pues… así.

Entrevistador.- Acoplarte con los otros niños que había entonces ¿Cómo te fue?

Luis: Al principio fue difícil pero ya después me fui acoplando bien.

Entrevistador.- Cuándo ya te acoplaste a esta Casa Hogar ¿Te gustaba estar en esta casa o estuviste con dificultades.

Luis: No, la verdad me gustó mucho estar aquí. Me han dado mucho apoyo.

Entrevistador.- ¿Qué hacías cuando estabas en esta casa? ¿Cómo era tu día?

Luis: Nos levantábamos rezábamos, cuando estábamos más pequeños.

Entrevistador.- ¡Ah ya de grandes no rezaban!

Luis: Sí, pero ya casi no (risas) Desayunábamos, después nos íbamos a la escuela y ya regresábamos. Como vivía el padre, nos veníamos al rancho. Y ya nos íbamos, comíamos y teníamos la tarde libre para hacer deporte.

Entrevistador.- A ti te tocó conocer al padre.

Luis: Sí

Entrevistador.- ¿Y cómo los trababa él?

Luis. Bien, muy bien.

Entrevistador.- ¿Te saliste por qué?

Luis: Salí porque ya tenía la mayoría de edad y ya. El niño más grande tenía 13, 11 y yo ya tenía 18 entonces. Ya no era el mismo ambiente para mí.

Entrevistador.- ¿Para qué crees que te sirvió a ti haber estado en esta casa hogar en la vida?

Luis: Para desarrollarme y crecer como persona. Es que aquí te dan buenos consejos y todo y tú sabes si los agarras o no. Algún día tienes que crecer ¿no?

Entrevistador.- ¿Hasta qué estudiaste?

Luis: Aquí alcancé a terminar la prepa. Ah no, me salí en 5° semestre y una persona que también estuvo aquí de directora, Esther Michel, me ayudó a terminar la prepa.

Entrevistador.- ¿Y ahora qué haces? ¿Terminaste la prepa?

Luis: Sí, ahora soy profesor de CONAFE, este estoy ahí para poder recibir una beca y estudiar en la universidad.

Entrevistador.- Después de que saliste de esta casa hogar ¿Has vuelto aquí?

Luis: ¡Claro! Sí he vuelto varias veces a jugar con los niños, he venido a comer.

Entrevistador.- ¿Cómo sientes la casa? ¿Cómo tu casa?

Luis: Sí, es mi hogar aquí crecí, aquí me desarrollé.

Entrevistador.- Alguna cosa que quisieras tu decir a la gente que vea tu experiencia en esta casa hogar.

Luis. Pues, la verdad estoy muy agradecido con la casa hogar porque gracias a ella ahorita soy lo que soy y no soy un vago de la calle. Me ha servido mucho.